viernes, 19 de octubre de 2012

Comer con inteligencia aumenta el rendimiento de nuestro Cerebro




El cerebro es el órgano más activo del cuerpo, consume el 20 % de la energía total que necesita el organismo para funcionar.

Siempre está hambriento. Segundo a segundo, minuto a minuto y hora tras hora, devora vorazmente proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Lo que sucede, es que los necesita imperiosamente para cumplir con sus tareas de aprender, reaccionar, emocionarse, sentir y recordar.

En relación con las proteínas, el cerebro usa dos aminoácidos (componentes básicos de las proteínas), la Tirosina y el Triptófano, para regular el estado de actividad, alerta y el de descanso. Los dos tienen efectos opuestos, la Tirosina es utilizada por el cerebro, para elaborar dos neurotransmisores de gran importancia, como son la DOPAMINA y la ADRENALINA. Estos dos emisarios químicos tienen como misión fundamental, el mantener el estado de alerta y control, además de acelerar los tiempos de reacción. El Triptófano en cambio es utilizado para la formación de la SEROTONINA, un neurotransmisor que tiene la función opuesta, o sea obstaculizar la concentración, provocar somnolencia y limitar la capacidad de control.

Ambos compiten entre sí para llegar primero al cerebro a través del torrente sanguíneo; ¿Por qué la prisa? Pues para los aminoácidos, nuestro cerebro es un club sumamente selectivo. Cuando les abre sus puertas, sólo tendrán acceso los que hayan logrado ubicarse en los primeros lugares.

Dentro del exclusivo club, la Tirosina será la encargada de animar la fiesta, y el Triptófano en cambio sería el que da las doce campanadas indicando su finalización. Si la Tirosina llega primero, estimulará la producción de los dos neurotransmisores que actúan aumentando el rendimiento intelectual. En consecuencia, el nivel de actividad mental será más elevado. Pero si el que se anticipa es el Triptófano, el rendimiento bajará y el cerebro estará más preparado para dormir que para realizar tareas.

El secreto para que el Triptófano cumpla con su función, es que esté acompañado de la vitamina B6, que se encuentra en ciertos alimentos, que conviene incluir en la dieta, como son las bananas, las legumbres, los cereales integrales, la mayoría de los vegetales, la soja, etc.. La dosis mínima de la vitamina B6 es de 2mg. y la dosis máxima 20 mg.

Aprender a utilizar bien estos nuevos conocimientos, permite controlar el nivel de actividad de nuestro cerebro a través de una buena elección de los alimentos.

Si se desea beneficiarse con los efectos de la Tirosina, es aconsejable comenzar la comida con una porción de proteínas de aproximadamente 100 gr., en cualquiera de sus variantes (carne , pescado, soja, etc.).

Las proteínas, por lo general, contienen una proporción considerable de Tirosina, y una mucho más modesta de Triptófano, lo que significa que el ganador de la carrera que termina en el cerebro, será el primero de los dos aminoácidos.

  Para que el resultado sea a la inversa, se necesita de la ayuda de los hidratos de carbono (cereales, verduras, legumbres, etc), que deberán ser ingeridos antes que la carne, en una cantidad aproximada de 45 gr.

Entonces, si se desea estar alerta, se debe recurrir a una comida activadora que se inicie con proteínas y por lo contrario, si desea relajarse, se debe elegir una depresora, en la que los hidratos de carbono encabezan el menú. En términos generales es recomendable adoptar la dieta activadora durante el día, y al revés, la depresora a la noche, para lograr un buen rendimiento mental diurno y un sueño reparador por la noche.



Fuente: Neurociencias - Asociación Educar.



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